Los Jardines Colgantes de Babilonia, considerados una de las siete maravillas del mundo antiguo, son un ejemplo impresionante de la arquitectura y la ingeniería de la antigua Mesopotamia. Aunque no existen pruebas concretas de su existencia en la actualidad, su legado perdura en la imaginación y en la inspiración que ha generado en la creación de jardines colgantes en diferentes partes del mundo. Estos jardines, que combinan la belleza natural con la arquitectura, son un testimonio de la creatividad humana y de la capacidad de transformar el entorno para crear espacios únicos y sorprendentes. Aunque no sean una réplica exacta de los Jardines Colgantes de Babilonia, estos jardines contemporáneos capturan la esencia de su esplendor y nos permiten disfrutar de la belleza y la tranquilidad que ofrecen.
Jardines Colgantes De Babilonia En La Actualidad
La doctora Stephanie Dalley es una experta en las culturas antiguas del Oriente Próximo y en la escritura cuneiforme. En su libro “The Mystery of the Hanging Garden of Babylon” de 2013, relata que durante una ponencia en Oxford sobre jardines del mundo antiguo, omitió mencionar el jardín colgante de Babilonia. Una asistente le recriminó por no analizar esta maravilla del mundo antiguo, a pesar de que Dalley argumentó la falta de evidencias arqueológicas y textuales. Esto llevó a la doctora Dalley a iniciar una exhaustiva investigación a través de fuentes clásicas y el análisis de restos arqueológicos, como un prisma de barro descubierto en Nínive y un bajo relieve de la ciudad de Nínive.
Estas investigaciones han supuesto un importante avance en la materia y han arrojado una pequeña esperanza sobre la existencia real de los jardines colgantes. Según Dalley, hasta ahora se ha buscado e investigado en el lugar equivocado, ya que los jardines colgantes no estarían en Babilonia, sino en Nínive, cerca de la actual ciudad iraquí de Mosul. Esta posible confusión se debe a que Nínive también fue llamada Nueva Babilonia durante el reinado de Sennacherib, lo que pudo llevar a los investigadores a confundir ambos lugares.
En los restos arqueológicos analizados por Dalley, se ha descubierto que Sennacherib fue el responsable de la construcción de este espacio, desmintiendo así la versión anteriormente aceptada de que fue Nabuconodosor el Grande quien lo construyó un siglo más tarde. Además, se ha encontrado evidencia de canalizaciones de más de 80 kilómetros de longitud y del uso del sistema del tornillo de Arquímedes para impulsar el agua en el jardín.
Aunque aún queda mucho por investigar, parece que uno de los grandes misterios de la arqueología comienza a desvelarse.
¿Cuál era la religión de los babilonios?
Marduk, el dios principal del panteón babilónico, era venerado en la religión politeísta de Babilonia. Durante los períodos imperiales, los babilonios establecieron un culto unificado en todo el imperio, donde Marduk, el patrono de Babilonia, era el dios supremo por encima de las demás deidades. Aunque también se mantenía el culto a otros dioses en las ciudades conquistadas.
Además de Marduk, las divinidades babilónicas representaban diferentes elementos de la naturaleza, como el sol, la luna, el agua y la tierra. También existían espíritus bondadosos con apariencia humana y seres malignos con rasgos monstruosos.
Los sumerios pueden ser una referencia útil.
¿Cuál es la maravilla más visitada del mundo?
La Torre Eiffel, una estructura de hierro pudelado diseñada por Maurice Koechlin y Émile Nouguier y construida por el ingeniero francés Gustave Eiffel, se erigió para la Exposición Universal de París de 1889. Este icónico monumento es el más visitado del mundo y, durante 41 años, fue el más alto, con sus impresionantes 330 metros de altura. Sin duda, la Torre Eiffel es un símbolo indiscutible de Francia que dejará a todos con la boca abierta.
Si deseas disfrutar de la subida, te recomendamos hacerlo a pie. Aunque los 688 escalones hasta el segundo piso pueden resultar agotadores, no te arrepentirás. Además, al ascender de esta manera, evitarás las largas colas para subir en ascensor y ahorrarás dinero. Las vistas desde lo alto son realmente espectaculares, un verdadero espectáculo visual.
Descubre las maravillas del mundo en la Torre Eiffel de París.
¿Cuáles son los 7 reinos de la Biblia?
El propósito de esta investigación fue comparar las interpretaciones de Koester y Mueller sobre los siete reyes y la bestia de Apocalipsis 17, así como evaluar su relevancia en la actualidad. Se realizó un estudio comparativo de las interpretaciones de ambos autores sobre la bestia y los siete reyes de Apocalipsis 17. Además, se analizaron las suposiciones utilizadas por cada autor para respaldar sus interpretaciones. Esta investigación concluye que Koester interpreta la bestia y los reyes de Apocalipsis 17 como emperadores del siglo I d.C., utilizando un enfoque preterista. Por otro lado, Mueller interpreta la bestia y los reyes como imperios, no como emperadores, utilizando un enfoque historicista. Koester identifica a la bestia de Apocalipsis 17 como Nerón, el emperador más cruel de Roma que persiguió al pueblo de Dios. Según Koester, Nerón también es el octavo mencionado en Apocalipsis 17:11 y forma parte de los reyes mencionados. Por otro lado, Mueller sugiere que la bestia debería ser interpretada como Satanás personificado y los siete reyes como Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Macedonia, el Imperio Romano y la Roma Papal.
¿Qué es lo más famoso de Babilonia?
Babilonia, la antigua ciudad de Mesopotamia, ha sido declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. Después de más de una década de campaña por parte de Irak, finalmente se ha logrado este reconocimiento, a pesar de las graves condiciones de deterioro en las que se encuentra el sitio arqueológico. Desde 1983, el gobierno iraquí ha buscado incluir a Babilonia en la prestigiosa lista de la Unesco. Esta ciudad, ubicada a 85 kilómetros al sur de Bagdad, fue famosa por sus Jardines Colgantes, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Sin embargo, en los últimos años ha sufrido graves daños, tanto durante el régimen de Sadam Hussein como durante la intervención militar internacional que comenzó en 2003. A pesar de esto, la Unesco destacó la relevancia de la civilización de Babilonia y Mesopotamia, y señaló que representa la máxima expresión de la creatividad del Imperio NeoBabilónico. Sin embargo, también advirtió que el enclave está en una condición vulnerable extrema y necesita urgentemente trabajos de conservación.
¿Que predijo la Biblia sobre Babilonia?
Después de Isaías, Dios llamó a Jeremías, un joven sacerdote. Jeremías vivió incomprendido, criticado y perseguido por anunciar la Palabra de Dios. Colaboró en la reforma religiosa llevada a cabo por el rey Josías en el año 622 a.C. y presenció la destrucción de Jerusalén con el destierro a Babilonia en el año 587 a.C., dos de los acontecimientos más importantes de la Historia de la Salvación. En el primer capítulo del libro de Jeremías en la Biblia, él nos cuenta cómo Dios lo llamó para que anunciara su mensaje.
Jeremías relata que la palabra del Señor vino a él y le dijo: “Puse mis ojos en ti antes de que nacieras. Te elegí antes de que comenzaras a desarrollarte en el seno de tu madre. Te he destinado a ser mi profeta sobre los pueblos”. Jeremías respondió diciendo: “Señor Dios mío, todavía soy demasiado joven. ¿Cómo voy a predicar? No sé hablar”. Pero el Señor le respondió: “No digas que eres demasiado joven. Ve a donde yo te envíe y predica lo que yo te mande. No temas, nadie podrá hacerte daño. Yo, el Señor, estaré contigo y te salvaré. Pongo mis palabras en tu boca. Diles a todos lo que voy a hacer” (Jeremías 1:3-10).
Cumpliendo lo que Dios le había dicho, Jeremías invitaba al pueblo a cambiar de vida, diciendo: “Oíd la palabra de Dios, generaciones todas de Israel. ¿Por qué seguís a otros dioses y ya no preguntáis dónde está el Señor que nos sacó de Egipto? Vosotros me habéis cambiado a mí, vuestro Dios, por cosas muertas. Os habéis olvidado de mí, torrente de agua viva, y os habéis excavado pozos agrietados en el desierto” (Jeremías 2:4-13).
Jeremías también anunció al pueblo que la destrucción del reino de Judá estaba próxima. Su profecía se cumplió cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, se apoderó del territorio y saqueó el Templo que Salomón había construido. Los objetos sagrados que se utilizaban para el culto fueron destrozados o robados. Los habitantes de Jerusalén fueron llevados cautivos a Babilonia, dejando en la ciudad solamente a los mendigos y lisiados. Sedecías, un tío de Jeremías, fue puesto en el trono de Judá.
Bajo el reinado de Sedecías, el profeta Jeremías profetizó nuevamente la destrucción total de Jerusalén. Los nobles de la ciudad arrojaron a Jeremías a una cisterna para que muriera de hambre y no predijera más catástrofes. Sin embargo, Sedecías, temeroso de Dios, hizo sacar a Jeremías de la cisterna sin que nadie se enterara.
A lo largo de su vida, Jeremías anunció la Nueva Alianza que Dios haría con su pueblo. Esta alianza sería escrita en el corazón de cada persona y los transformaría en hombres y mujeres nuevos.
¿Quién ha tratado de reconstruir Babilonia?
Irak posee uno de los patrimonios arqueológicos más ricos en la actualidad. El valle de los ríos Éufrates y Tigris, que es la columna vertebral del país, alberga las ruinas de algunas de las primeras ciudades del mundo, como Uruk, Ur, Babilonia y Nínive.
Durante mucho tiempo, estos restos fueron excavados y saqueados por las potencias coloniales, y sus objetos fueron trasladados a museos extranjeros, donde ahora adornan sus vitrinas. En el siglo XIX, las tallas asirias de Nínive fueron llevadas al Museo Británico de Londres, y las teselas de la puerta de Ishtar de Babilonia fueron arrancadas para luego ser reconstruidas en el Museo de Pérgamo en Berlín, Alemania.
Sin embargo, después de asumir la presidencia, Saddam decidió utilizar estas ruinas con otro propósito: construir un culto a la supremacía iraquí, con él a la cabeza. Para lograr el éxito de este plan, la arqueología adquirió una importancia mayor. De hecho, los arqueólogos iraquíes fueron uno de los primeros grupos con los que se reunió después de llegar al poder en 1968.
En una de estas reuniones, Saddam declaró: “Las antigüedades son las reliquias más preciadas que los iraquíes poseen. Muestran al mundo que nuestro país es el resultado de civilizaciones anteriores que hicieron enormes contribuciones a la humanidad”.
En la década siguiente, el presupuesto del Departamento de Antigüedades de Irak aumentó en más del 80%. Se llevaron a cabo ambiciosas restauraciones en los yacimientos de Nínive, Hatra, Nimrud, Ur, Aqar Quf, Samarra y Ctesiphon.
Pero para Saddam, la joya de la corona siempre fue Babilonia. Esta ciudad fue una de las más grandes del mundo entre los siglos XVIII y VI a.C., la más grande en dos momentos históricos diferentes, y probablemente la primera en superar los 200,000 habitantes. Aunque cayó en el abandono después de las guerras que siguieron al imperio de Alejandro Magno, Saddam la consideraba un símbolo de grandeza.
Por eso, ordenó una costosa reconstrucción de las murallas de Babilonia, invirtiendo millones de dólares en pleno apogeo de la guerra con Irán. Además, elevó su altura a 11 metros y medio, más de lo que probablemente tuvieron en su día. Esto generó críticas por parte de la comunidad arqueológica internacional, que acusó a Saddam de construir la “Disneylandia de un déspota” en ese lugar.
Como toque final, se construyó un teatro de estilo romano en Babilonia. Cuando los arqueólogos le contaron que reyes como Nabucodonosor habían grabado sus nombres en los ladrillos de la ciudad, Saddam insistió en hacer lo mismo con el suyo en los empleados para la reconstrucción. Estos esfuerzos fueron posteriormente descritos como una parodia y monstruosidades.
Para Saddam, las antiguas ruinas eran un telón de fondo indispensable para la puesta en escena de su sistema totalitario. En 1981, Babilonia fue el escenario de las celebraciones para conmemorar el primer aniversario de la invasión iraquí de Irán, bajo el lema “Nebuchadnasar alams Saddam Hussein alyawm” (Ayer Nabucodonosor, hoy Saddam Hussein).
Incluso se construyó una maqueta de Saddam en madera contrachapada frente a la Puerta de Ishtar de Bagdad, y en un festival organizado en 1988, un actor que representaba a Nabucodonosor le entregó una pancarta al ministro de Cultura, declarando a Saddam Hussein como el nieto del legendario rey de la Antigüedad y abanderado de los ríos gemelos.
¿Qué pasó con los jardines colgantes de Babilonia?
En Mesopotamia, la cuna de la civilización, se construyó el primer jardín conocido: los jardines colgantes de Babilonia. A lo largo de los siglos, las guerras y la naturaleza efímera de la vegetación han dejado poco espacio para su estudio arqueológico. Sin embargo, gracias a las excavaciones, sabemos que desde el segundo milenio a.C., los patios de los palacios mesopotámicos albergaban jardines con estanques, y los reyes disfrutaban de parques de caza con animales exóticos y autóctonos. La mejor forma de conocer los jardines colgantes es a través de los testimonios griegos, como los textos de Diodoro de Sicilia, Estrabón y Filón de Bizancio. Este último describió los jardines como un lugar donde crecía todo lo más placentero a la vista y más grato de gozar.
Filón fue uno de los primeros en elaborar una lista de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, que los griegos habían comenzado en el período helenístico. Esta lista incluía las obras humanas más destacadas construidas hasta entonces, como la Gran Pirámide de Giza, el Coloso de Rodas y, por supuesto, los jardines colgantes de Babilonia. En el siglo XVI, el pintor holandés Maarten van Heemskerck fijó la lista definitiva de las Siete Maravillas y pintó una reconstrucción imaginaria de cada una de ellas.
Según las fuentes griegas, los jardines fueron construidos por el rey Nabucodonosor II en el siglo VI a.C. como regalo para su esposa Amiti, originaria de Media, una región montañosa con frondosos bosques en el actual Irán. Otros documentos mencionan que Nabucodonosor simplemente amplió lo que había construido la antigua reina asiria Semíramis en el siglo XI a.C., quien fundó la ciudad de Babilonia.
Los jardines colgantes se encontraban junto al palacio y se elevaban de manera espectacular sobre la llanura y el río Éufrates. Ocupaban un área de aproximadamente 1600 m2 y alcanzaban una altura de 90 m. Se accedía a ellos a través de rampas y estaban formados por varias terrazas escalonadas que parecían un pequeño bosque sobre una colina. Cada plataforma contaba con una galería o sala abovedada con columnas que sostenían el peso de los cultivos de la terraza superior. Estas galerías estaban protegidas del sol directo pero recibían suficiente luz para albergar diferentes estancias regias. Los profundos contenedores de tierra, sostenidos por columnas e impermeabilizados, permitían el cultivo de grandes árboles y plantas que asomaban y colgaban por los muros. Los jazmines, rosas y narcisos impregnaban el aire con sus maravillosos perfumes, y los árboles frutales proporcionaban alimento fresco a aquellos afortunados que podían disfrutar de los jardines.
Un eficiente sistema hidráulico transportaba el agua desde el río hasta unos estanques situados en la terraza superior, desde donde se distribuía por todo el jardín, incluso formando pequeñas corrientes de agua y cascadas. El agua impregnaba las raíces, manteniendo la hierba siempre verde y proporcionando una humedad ambiental que hacía que las hojas de los álamos, acacias, pinos y palmeras se cubrieran de rocío.
Los jardines colgantes eran un escenario sensorial extraordinario, un refugio del sol abrasador y el calor seco del desierto. Una de las recreaciones más espectaculares y hermosas se realizó en la película “Alejandro Magno” dirigida por Oliver Stone en 2004. En ella se muestra la entrada triunfal del emperador macedonio en la ciudad de Babilonia, con ricos y verdes jardines inspirados en los jardines colgantes de Nabucodonosor. Alejandro y sus generales quedaron asombrados por las maravillas que acababan de presenciar, impactados por la exuberancia de esos frondosos jardines en medio del desierto. Con el paso de los siglos, los jardines fueron abandonados y en el año 126 a.C., la ciudad de Babilonia fue destruida por los partos.
Concluir
Los jardines colgantes de Babilonia fueron una maravilla arquitectónica que se cree que existieron en la antigua ciudad de Babilonia. No se ha encontrado evidencia arqueológica que confirme su existencia.
La Biblia predijo la caída de Babilonia y su destrucción. Según el libro de Isaías, Babilonia sería conquistada y nunca más sería habitada.
Varios proyectos de reconstrucción de Babilonia han sido propuestos, pero ninguno ha sido llevado a cabo en su totalidad debido a la complejidad y los desafíos logísticos.
La religión principal de los babilonios era el culto a los dioses mesopotámicos, como Marduk y Nabu. También practicaban la adivinación y la astrología.
Babilonia es famosa por su esplendor arquitectónico, su sistema de escritura cuneiforme y su influencia en la cultura mesopotámica.
La maravilla más visitada del mundo es el Taj Mahal en India, conocido por su belleza arquitectónica y su historia romántica.
Los siete reinos mencionados en la Biblia son Babilonia, Asiria, Persia, Grecia, Roma, Egipto y Media. Estos reinos desempeñaron un papel importante en la historia bíblica y en la formación del mundo antiguo.
Enlace fuente
http://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/contenidosdigitales/programasflash/cnice/Primaria/Religion/Biblia/antiguo/libros/profeticos/jeremias.htm
https://www.bbc.com/mundo/vert-cul-43971404
https://www.bbc.com/mundo/noticias-48890710
https://losviajesdedomi.com/maravillas-del-mundo/
https://repositorio.upeu.edu.pe/handle/20.500.12840/686
Estás viendo: Jardines Colgantes De Babilonia En La Actualidad